Viviendo la Maternidad
James tiene 5 meses y es el bebé más lindo del mundo.
Esta es su mamá escribiendo, claro está.
En Italia tenemos un dicho que dice que “cada cucaracha es linda para su mamá” pero en realidad James es especial. Es mi primer bebé y ya me estoy preguntando si voy a estar tan encantada cuando tenga otro hijo.
Mi embarazo no fue muy fácil, no en el sentido de haber sido complicado; estuve de suerte y todo salió bien. El problema fue que tuve que pasar la mayoría de mi embarazo sola, ya que mi esposo ya estaba trabajando en Estados Unidos (donde vivimos ahora), mientras yo estaba en Irlanda.
Vivir sola en Irlanda y trabajar hasta el final del embarazo fue muy estresante. Sin embargo, lo que me ayudó a perseverar fue la visión del momento en el que mi esposo, James y yo pudiéramos vivir felices por siempre. Una vez llegué a Estados Unidos y cuando por fin pude sostener a mi hijo en mis brazos, nada fue como yo lo soñé. Me sentí insegura y débil.
Durante las clases prenatales, el amamantar fue descrito como el acto más natural del mundo. En parte es cierto. La parte que no te enseñan es que puede ser frustrante para ti y para el bebé. Y así estaba yo, llorando cada noche, con el bebé tratando de posicionarse para amamantar a un lado, y mi esposo roncando al otro lado.
Nos llevó semanas lograr hacerlo bien pero eventualmente se logró. Sin embargo tuve que suplementar con fórmula porque no estaba ganando suficiente peso. Debo decir que mi hijo tiene un apetito muy característico que ha heredado del lado de su padre, ya que, según cuenta mi mamá, cuando yo era un bebé, era muy particular y no tomaba toda la leche.
Puede pasar que algunas veces el bebé no esté creciendo y te sientas culpable y completamente responsable por esto. Eres la mamá; es tu responsabilidad darle de comer. Todos los ojos están puestos en ti y lo que estás haciendo. Estás siendo una buena madre? Podemos realmente responder esta pregunta cuando somos madres primerizas? O quizás el mundo debería dejarnos tranquilas? En todo caso, ser capaz de amamantar a tu hijo es maravilloso, pero la presión social alrededor de esto es enorme. Todo el mundo está involuntariamente haciéndote sentir mal si no amamantas y creo que esto es bastante injusto especialmente con las madres primerizas y sin experiencia. También es cierto que uno se siente culpable de todas maneras… es difícil de entender por qué, pero esa es la realidad.
Las primeras semanas son un torbellino de sentimientos; tu bebé llora, tú lloras, tu bebé está de mal humor,tú también… Para completar, tenemos que lidiar con una tormenta hormonal. Yo me estaba sintiendo un poco triste por nuestra mudanza reciente a los Estados Unidos que implicaba la ausencia de mi familia y amigos para darme ánimos.
Afortunadamente, esto no duró mucho tiempo, y dentro de los primeros 2 meses desde que James nació, mi mamá vino a ayudarme. Poco a poco, mi bebé y yo empezamos a conocernos. Sobra decir que ahora somos inseparables.
Aún miro en el espejo y veo a otra persona. Antes de ser madre, no me hubiera atrevido a pasar el día sin rímel; hoy en día en realidad no me importa, desde que James esté feliz y sonriente. Tal vez todas las madres se sienten así. Las prioridades han cambiado.
Ahora que he dejado de preocuparme por si James comió lo suficiente, otras preocupaciones han aparecido. Ahora me preocupo de si tiene frío, o mucho calor, o si está aburrido, tantas cosas! Las madres nunca dejan de preocuparse. Eso es lo que he aprendido hasta ahora. Al mismo tiempo, una sonrisa o carcajada es suficiente para cambiarte el día; para hacerte sentir super bien. Pensar que nadie te amará tanto como él, que eres tan importante para alguien, quien llena tu vida, esto debe ser lo que llaman “amor incondicional”. Es felicidad pura.
También hay aspectos muy graciosos de la maternidad. Como cuando ves a tu pareja haciendo caras o sonidos para entretener al bebé y tú piensas: quién es este tipo? O como cuando vas a tu cuarto con una botella de agua de plástico y tu esposo te mira como si estuvieras haciendo algo ridículo: el bebé está durmiendo! El ruido lo va a despertar! En realidad tienes tanta sed?. Cuando la primera canción que escuchas en la mañana es “Le tagliatelle di Nonna Pina”. Cuando tu esposo le lee una historia a tu bebé de 4 meses y en seguida le dice que si tiene alguna pregunta. Como cuando eres una mamá multitareas: escribiendo en el computador portátil mientras empujas la mecedora con un pie y cantas. O como cuando llevas 3 meses discutiendo con un agente de servicio al cliente por una devolución de dinero y luego te das cuenta que te hicieron la devolución pero habías estado revisando la cuenta de banco equivocada. O cuando llamas a un call center y furiosa exiges el email que te prometieron y luego te sientes tonta porque les diste uno ficticio en la última llamada!
Ok, los últimos dos ejemplos son consecuencia de falta de descanso… pero como nuevas madres, estamos realmente durmiendo?
Hace un par de días estaba mirando un video acerca del hecho que nuevas madres no duermen profundamente, incluso cuando piensan que están dormidas. Dicen que estamos en un estado de tensión constante que hace que nuestro sueño sea similar al de soldados en guerra. Yo siento que eso me está pasando a mí. A veces pienso que duermo con un solo ojo cerrado mientras que el otro escanea la superficie de la cuna… “donde está el chupo?”
La conclusión que puedo ofrecer, mis queridas nuevas “mammine” es que es difícil pero vale totalmente la pena. Cuando te sientas triste, o sientas que no vales nada, recuerda que tu hijo no ve eso. El o ella sólo huele tu piel, escucha los latidos de tu corazón y siente tu amor. Estás haciéndolo muy bien. Nadie conoce a tu bebé mejor que tú.
Levanta la cabeza, ponla en alto y siéntete orgullosa… tu bebé es el ser más hermoso sobre la faz de la tierra!